El precio de vivir al máximo
El estrés siempre, durante nuestra época prehistórica se sabe que fue maravilla del desarrollo evolutivo, nos ayudó a tener mayores posibilidades de vivir en ambientes donde los ataques eran constante, los depredadores asechaban constantemente, y esa capacidad que desarrolló el organismo, liberando adrenalina, cortisol, noradrenalina para activar todos los mecanismos necesarios fue muy útil, pero para que se activara por momentos, el detalle es cuando lo activamos de manera constante.
Poner nuestro organismo al límite, de manera diaria y permanente tiene un costo muy elevado para nuestro cuerpo, y lamentablemente es algo que estamos viendo de manera rutinaria, hoy en día vivir a toda prisa parece la norma, ¿van a creerlo? se ha normalizado andar dando carreras a diario. Es algo en lo que he estado pensando mucho, porque desde hace algún tiempo decidí bajar el ritmo con el que venía, porque no tiene mucho sentido.

Al final, si no encontramos las maneras de poner freno, termina por pasarnos una factura muy cara, y no me refiero a costo en dinero. Aunque también en lo monetario, porque si nos enfermamo por el estrés que nos generamos, termina limitando nuestra capacidad de producir así como aumentando nuestros gastos, pero esto es otra cosa, y no es donde quiero centraresta publicación.
Este mundo en el que el éxito se rige cada vez más en términos de productividad que por salud y tranquilidad, nos está llevando por un camino en el que estar siempre con un cronograma de actividades desde que amanece hasta que anoche, donde no tener tiempo por estar saturado de actividades, hace que eso mismo parezca una especie de logro, cuando la verdad es que no debería ser así, porque no tiene sentido.
Desde hace algún tiempo eso de la multitarea ha tomado posición y lo manejan muchas personas como símbolo de "todo terreno" o "super poderoso", en realidad lo que nos ha provocado es una gran saturación, y podría decir que hasta una deshumanización del humano, porque de alguna manera, en los últimos 200 años de historia de la humanidad, nos incorporaron a los humanos en uns sistema como una pieza más del rompezabezas, donde nos incluyeron en un sistema que es cad vez más automatizado, y si es muy cierto que las máquinas no se cansan, pero nosotros si.

Además, no podemos nunca dejar de contemplar lo social en nosotros, ni el factor salud, y al someternos a altos niveles de estrés, lo que ocurre es que esa máquina perfecta que llamamos cuerpo, termina por afectarse mucho, y si nos vemos como parte de un gran sistema (como en efecto lo somos) sencillamente terminan por reemplazarnos como una pieza más, y si estoy diciendo que somos parte de un sistema, pero no me quiero referir sólo al sistema de producción social, sino, a un sistema más humano, donde debemos entendernos como tal.
El hecho es que incluso desde la escuela, así como en las universidades, nos preparan para eso, no hay un enfoque netamente humano, sino como para salir a trabajar en un sistema en el que somos parte del engranaje y ya, y para ser competitivo debemos ser capaces de cumplir múltiples tareas, cueste lo que cueste en nosotros mismos, y debemos considerar siempre que no somos máquinas, nos vamos a cansar, nos vamos a estresar si nos exigimos demasiada, nos saturaremos y empezaremos a rendir menos, lo que inevitablemente nos traerá como consecuencia que nos estresemos más, y entremos en un círculo vicioso de pretender cumplir así comprometamos nuestra salud física y mental.

En esto he estado pensando mucho, porque el sector de salud puede llegar a ser muy estresante, al final el trabajo del sector en general es ayudar a las personas a resolver uno de sus problemas principales, y es absurdo pensar que haremos en eso en otros pero que no atendemos lo mismos en nuestro cuerpo. Quería dejar esta reflexión por aquí, esperando que, en caso de que así sea, puedan pensar en esto que les he comentado y asuman que la salud es la base de todo, sin ella nos limitamos mucho, y que el estrés que nos generamos por cosas externas no debe valernos nuestra salud. Que tengan un bonito fin de semana.

Amigo, tienes tanta razón, pero sucede que hay que tener mucha valentía, arrojo y hasta temeridad para poder luchar contra el estrés al que somos empujados. La sociedad nos obliga a mantenernos ocupados, detesta vernos en paz, y claro, creo que también depende de dónde estemos en esa escala social e inhumana...
Yo, madre, médico, mujer, estoy siendo obligada por la sociedad al desgaste físico y psicológico del estrés, las responsabilidades suelen sumarse como escalones sin fin, y llegas al final del día, ya no solo con agotamiento, sino con agobio, como digo yo a veces, de forma jocosa: con ganas de meterme en un huevo oscuro una semana y que nadie me hable...
Entonces, ahí es cuando necesitamos esa valentía de la que te hablaba, para poner las cosas en su lugar, y siempre el primer lugar debemos ser nosotros... Creo que por ahí, es que empezamos a intentar vencer esa batalla contra el estrés...
Un abrazo, amigo.
Muy buen post.
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Buen post. Se puede aprender (y se debe) a lidiar con la presión. Eso es algo que últimamente se ha vuelto constante, entonces hay que saber cómo liberar tensiones. Gracias por compartir ❤️
Buenas tardes @apineda, cuanta razón tienes en ocasiones nos dejamos envolver en la maquinaria social y nos exigimos más y más aún en detrimento de la salud, me parece que hoy en día pate de esa mentalidad y accionar va cambiando, pues, el estrés y la fatiga se han hecho más visibles y contenidos como el tuyo nos invitan a estar pendiente y bajarle intensidad a la manera en que hacemos las cosas, Saludos.
Tocas un aspecto muy importante en tu reflexión y que me ha llamado mucho la atención en los últimos tiempos: el apuro que tenemos para hacer las cosas, se está perdiendo el disfrute de la calma, la paciencia en el hacer.
En estos días observaba a una niña pintando apurada por terminar el dibujo y yo le explicaba lo agradable de ir colocando el color capa tras capa, y ella comenzó a pintar pero viendo para otro lado, ahí me di cuenta de que no me iba a entender.
Hay un disfrute en el hacer las cosas lentamente y disfrutar el proceso que no es posible ahora. La gente quiere todo rápido, tomarse tiempo para leer o ver un vídeo les abruma, quieren productividad, ver los resultados de una vez, ir al grano. Lo cierto es que la salud se resiente.
Saludos cordiales.