Terror en el exchange / Terror on the exchange

Virginia estaba atravesando una crisis marital, en la que se encontraba con las de perder. Sin su familia, y con dos hijos pequeños, estaba a merced de una pareja que manipulaba con el hecho de ser el proveedor económico. Pero Virginia ya no era feliz, y debía buscar una solución.
A diario publicaba en su perfil de IG, y gracias a ello, una amiga de la infancia que la seguía por esta red, le habló sobre Hive, ofreciéndose como mentora para ayudarla a dar sus primeros pasos en la web3, creando contenidos un poco más elaborados a los que hacía, y siendo Virginia periodista, la idea le pareció ideal.
El poder volver a ejercer de cierto modo su profesión sin dejar de lado el cuidado de sus hijos, parecía ser un punto de fuga en medio del caos que había en su relación. Así que paso a paso iba dejándose guiar para iniciar con su blog en el ecosistema.
Una de las primeras alegrías de Virginia fue el poder hablar con otras personas que tuvieran sus mismos intereses, era como recuperar un terreno perdido al momento de emigrar, y aunque sus publicaciones eran poco recompensadas, el tener comentarios de un pequeño grupo de amigas que surgieron para apoyarse entre si, era más que suficiente.
Pero como dicen, en la fiesta de Dios, aparece el diablo sin ser invitado, y las inseguridades de su pareja con respecto al tiempo de Virginia en la computadora, comenzaron a generar comentarios y acciones agresivas, que progresivamente fueron haciendo mella en su autoestima.
Estar en Hive representaba para Virginia ese salvavidas que necesitaba en medio del tsunami emocional por el que pasaba, y buscaba con todas sus fuerzas avanzar en ese camino del que solo pudo aprender lo básico, pues lo demás vendría de la experiencia.
Había logrado obtener algunos incentivos, pero no sabía cómo retirarlos, así que preguntó en uno de los grupos de mensajería de texto, sobre algún tutorial o alguien que la ayudara, y casi de inmediato, recibe un mensaje fuera del grupo, en privado, de una chica que se ofreció con tanta amabilidad, que Virginia se sintió bendecida. Cuánto terror tendría ella en casa, que se dejó guiar en medio de la tormenta, con solo leer palabras de aliento de una desconocida.

Sus conocidas en el ecosistema le advirtieron sobre las estafas, pero ante la necesidad de tener algo de dinero que le permitiera sentir que tenía un valor, y contar con un piso económico para decidir salir de una relación, que ya había llegado a niveles de violencia psicológica, Virginia decidió confiar.
Poco sabía del mundo de las criptomonedas, pues ella desde hacía mucho creaba contenidos para otros que le pagaban por sus servicios en la moneda local, así que esta nueva modalidad le resultaba intimidante pero también una aventura y un mundo de conocimientos que iba asimilando en paralelo con sus labores domésticas y de madre. Entre tanto, tener una ventana para narrar sus vivencias, era la razón principal para estar en Hive, además de ser ese hilo invisible que le devolviera su rol profesional, apagado por la maternidad exclusiva de sus hijos.
Maura, la chica que le ofreció ayudarla, desde el primer momento fue amable, le iba explicando paso por paso el procedimiento para hacer el retiro, pero cuando Virginia le preguntó sobre la @keychain de la que le comentaron las otras chicas, ella dijo que no necesariamente debía hacerlo por ahí, y que a su manera era mucho más rápido el proceso.

Se notaba seguridad en las palabras de Maura, de verdad sabía mucho sobre este nuevo mundo de las criptomonedas, cosa que todavía no dominaba del todo Virginia, quien buscaba información en la web y no lograba dar con las respuestas a sus preguntas. Sus amigas tampoco sabían mucho, ellas usaban una casa de cambio de su país de residencia, que no funcionaba en Argentina, por lo que todos los caminos la llevaron a seguir con Maura.
Sabía que sus llaves no debía confiarlas ni a su sombra, pero el zorro siempre tiene varias tácticas. Maura le dijo que le transferiría el equivalente al cambio a su cuenta, una vez Virginia le hubiera pasado sus criptos a su usuario. Virginia nunca revisó el perfil, tampoco preguntó a otros si la conocían de antemano, solo se dejó llevar por el terror a quedar en la calle, cuando su pareja decidió irse, dejándola con todos los gastos de la casa, los hijos y sin dinero.
Pero luego de dar click en la confirmación de la transferencia, todo lo que se temía Virginia, se multiplicó... Maura simplemente se esfumó, no cumplió su parte del trato, su perfil fue eliminado y su usuario de telegram desapareció. La pesadilla se salió de las pantallas, ya no era solo un temor a lo que podía pasar, pues ya estaba sucediendo...
Virginia acudió al grupo, muchos la tildaron de tonta, y ello llevó a que se generara un debate entre los que aconsejan para evitar las estafas y los que señalan la falta, y hacen que la víctima se sienta peor. Para Virginia, era como si la violencia psicológica vivida en persona, ahora se mudaba a la pantalla del celular, su autoestima, todavía rota y débil, no pudo más.
Era viernes, y los hijos se fueron a pasar el fin de semana con el padre, Virginia se sentó a tratar de recuperarse del duro golpe sufrido, todavía creía poder recuperar algo, o quizás si hacía nuevas publicaciones, lograría pagar la renta, o abonar una parte, la comida se vería después.

Sacó fuerzas de donde no había... 300 palabras estarían bien... pero al momento de publicar... su corazón colapsó, quedando el cursor sobre el ícono, sin la suficiente fuerza como para publicar su último post.

Virginia was going through a marital crisis, in which she found herself at a disadvantage. Without her family, and with two young children, she was at the mercy of a partner who manipulated her with the fact that he was the breadwinner. But Virginia was no longer happy, and she had to find a solution.
She posted daily on her IG profile, and thanks to that, a childhood friend who followed her on this network told her about Hive, offering to mentor her to help her take her first steps in web3, creating slightly more elaborate content than she was used to. Being a journalist, Virginia thought it was an ideal idea.
Being able to return to her profession in a way without neglecting the care of her children seemed to be an escape from the chaos in her relationship. So, step by step, she let herself be guided to start her blog in the ecosystem.
One of Virginia's first joys was being able to talk to other people who shared her interests. It was like regaining ground she had lost when she emigrated, and although her posts were not very rewarding, having comments from a small group of friends who came together to support each other was more than enough.
But as they say, at God's party, the devil shows up uninvited, and her partner's insecurities about Virginia's time on the computer began to generate aggressive comments and actions, which gradually took a toll on her self-esteem.
Being on Hive represented for Virginia the lifeline she needed in the midst of the emotional tsunami she was going through, and she sought with all her might to advance on that path where she could only learn the basics, as the rest would come from experience.
She had managed to obtain some incentives, but she didn't know how to withdraw them, so she asked in one of the text messaging groups about a tutorial or someone who could help her. Almost immediately, she received a private message outside the group from a girl who offered her help so kindly that Virginia felt blessed. How terrified she must have been at home, allowing herself to be guided in the midst of the storm, just by reading words of encouragement from a stranger.

Her acquaintances in the ecosystem warned her about scams, but faced with the need to have some money that would allow her to feel she had value, and to have a financial foundation on which to decide to leave a relationship that had already reached levels of psychological violence, Virginia decided to trust.
She knew little about the world of cryptocurrencies, as she had long been creating content for others who paid her for her services in local currency, so this new modality was intimidating but also an adventure and a world of knowledge that she was assimilating in parallel with her domestic and maternal duties. Meanwhile, having a window to narrate her experiences was the main reason for being on Hive, as well as being that invisible thread that would restore her professional role, which had been extinguished by the exclusive motherhood of her children.
Maura, the girl who offered to help her, was friendly from the start, explaining the withdrawal procedure step by step, but when Virginia asked her about the @keychain that the other girls had mentioned, she said that she didn't necessarily have to do it that way, and that her way was much faster.

Maura's words exuded confidence; she really knew a lot about this new world of cryptocurrencies, something that Virginia had not yet fully mastered. Virginia searched for information on the web but couldn't find the answers to her questions. Her friends didn't know much either; they used an exchange house in their country of residence, which didn't work in Argentina, so all roads led her to continue with Maura.
She knew she shouldn't trust her keys to anyone, but the fox always has several tactics up its sleeve. Maura told her that she would transfer the equivalent of the exchange rate to her account once Virginia had passed her cryptos to her user. Virginia never checked the profile, nor did she ask others if they knew her beforehand. She just let herself be carried away by the terror of being left on the street when her partner decided to leave, leaving her with all the household expenses, the children, and no money.
But after clicking on the transfer confirmation, everything Virginia feared multiplied... Maura simply vanished, did not fulfill her part of the deal, her profile was deleted, and her Telegram username disappeared. The nightmare came off the screens; it was no longer just a fear of what could happen, because it was already happening...
Virginia went to the group, many called her stupid, and this led to a debate between those who advise on how to avoid scams and those who point out the mistake, making the victim feel worse. For Virginia, it was as if the psychological violence she had experienced in person was now moving to her cell phone screen, and her self-esteem, still broken and weak, could take no more.
It was Friday, and the children had gone to spend the weekend with their father. Virginia sat down to try to recover from the hard blow she had suffered. She still believed she could recover something, or perhaps if she made new posts, she would be able to pay the rent, or at least part of it. Food would be dealt with later.

She drew strength from where there was none... 300 words would be fine... but when it came time to publish... her heart collapsed, leaving the cursor hovering over the icon, without enough strength to publish her latest post.
Invito a participar a @bluevibes y a @yagelybr en esta iniciativa.
Foto/Photo by: @mamaemigrante Banner de portada: Cortesía de @palabras1 Edición/Edited by @mamaemigrante using canva Translated and formatted with Deepl
Debe ser muy frustrante caer en la trampa de los estafadores. Qué importante esta historia que a pesar de ser pseudo real, tiene mucha similitud con historias verídicas.
Es por eso de vital importancia que las personas que invitan a otros a ser parte del ecosistema, los guíen en sus primeros pasos, de manera de garantizar que estos eventos de violencia no sucedan.
Saludos compañera 🫂
Terrible toda una pesadilla, pobre Virginia, gracias a Dios encontró a Hive y no se fue de allí, ella se aferró la única cosa que le daba esperanza. ☺️😉
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Saludos Amiga, esa es una situación muy terrible y cada vez se vuelve más fuerte y constante, la cual se tiene que estar muy pendiente y no perder nada, además esa ofertas que hacen esas cuentas extrañas son una cosa de loca, que da risa. Buena historia y estar pendiente.
Una historia que sin duda puede pasar y creo que pasa, porque estafadores hay muchos y luego como la historia se esfuman. Me impactó el final, mucho, esos dos últimos renglones hablan de una mujer cansada, estresada y con desesperación a la cual el corazón ya no le aguantó y no sólo por lo que pasó con las monedas sino su vida, toda su vida. Gracias por participar, un gran saludo!!🤗
Cuándo es que sacarás el libro??? Me encantan tus historias y más cuando son de suspenso y terror 🤩. Por cierto, que historia tan fuerte, que pesar con Virginia, se podía leer esa mezcla de miedo, esperanza y ganas de salir adelante, es inevitable no pensar en esas personas que pasan por algo parecido, muy buena historia. Gracias por la invitación, amiga ❤️
Hola!
Realmente la historia desde el principio describe a muchas usuarias que atraviesan por esta situación. El descelance del engaño es para morirse, confiar tus arcas a quien parece inofensivo. El resultado desfavorable de perder y ser señalada por los inquisidores de la red te hace vulnerable.
Excelente producción!
Uno cuando esta desesperado puede caer facilmente en alguna estafa, a mi me ha pasado infinidad de veces de creer en algun link o que habia ganado un premio (que ilusa jaja), pero me di cuenta de inmediato y por suerte no paso a mayores, casi pierdo todos mis ahorros y los de mi familia de toda la vida por un error al hacer click en un correo fraudulento, por suerte Dios me ilumino y lo saque a tiempo jaja
Estas cosas pasan, muy seguido, uno puede pensar "Yo nunca voy a caer en eso", pero nunca digas nunca, un momento de vulnerabilidad lo puede tener cualquiera 👀
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Muchas gracias por ser parte del averno de #Hive.
La primera vez que cambié HBD alguien me ayudó a través de ese método que describes, así que me resultó familiar, pero no era un desconocido, lo conozco en persona desde hace muchos años con conducta intachable, así que tenía mi confianza ciega. Y todo procedió con total normalidad.
Tu historia tiene un final verdaderamente aterrador, una muerte irónica después de todo lo que pasó (aunque con tantos problemas era cuestión de minutos que su corazón colapsara). Después de leerte, me di cuenta de otro posible título: "El último post" o quizás para el próximo relato terrorífico.
PD: Pensé que encontraría en estas líneas alguna ocurrencia de las tuyas, con ese humor que te caracteriza 😂
No amiga, mis post en esta comunidad son de este tipo. Por algo me llaman la mente turbia en esta zona del ecosistema.
No podía ser el último post, porque no lo llegó a publicar. Capaz y ese era el que llegaría a tendencia.
Lo decía por la dinámica (abrieron la posibilidad de añadir un toque de humor a la historia)