TBT by a very particular drummer / TBT de un baterista muy particular

When my son was 3 years old, I decided to give him a toy drum set. I wanted to give him the opportunity to explore if he had any musical side, and why not, emulate Phil Collins, the singer and drummer of the band Genesis, who started in that world, precisely at the same age as my little Abraham, with a drum set that his mother had given him.

That day, he was at school when we assembled it and left it in the back hallway of the aunt's house we were living in at the time. When he arrived and changed clothes, we asked him to go to that area, and his surprise was such that he immediately sat on the bench that came with it, grabbed the drumsticks and started hitting the drums.

A memory that seemed funny to us at that time was that his first song with the drum set was dedicated to the president of that time in Venezuela, protesting for the power outages to stop. "Chávez turn on the light, Chávez turn on the light" he kept saying while playing the drums.

For him, after that day, coming back home meant unloading on his drum set like Tito Puente on the timbales that made him famous. Of course, a rocker couldn't play without some dark sunglasses, so he used mine perhaps as a source of "inspiration."

Eventually, the game became about assembling and disassembling the drum set, then making up songs on the spot, and at night he would fall asleep with the drumsticks in his hand, as we wouldn't let him take the whole toy to his room.

After a while, he got entertained with other toys, and I disassembled the drum set to store it in its box, which was fine for him, although he kept the drumsticks and would hit everything with them, as drummers often do even pretending to drum with empty hands.

But destiny didn't turn him into the drummer I imagined, he didn't really pursue any musical discipline, although he enjoys listening to music, and now he keeps his ears with headphones in his free time.

His little brother, beyond enjoying the novelty of the toy, also didn't show any interest in learning about music. He just used the small drums as hats on some occasions.

In the end, I ended up posting the drum set on my social networks to sell it before emigrating, and to my surprise, one of my students bought it for her young son, so I ended up recovering the investment, although I didn't achieve my goal of having a drummer at home.

What I got from the experience was the importance of giving him the opportunity to see if he would like to learn to play that or another instrument, as we then tried the recorder and the cuatro, and although we didn't succeed with either, he was left with this nice memory of those days when he was a very upset drummer because the power outages wouldn't let him nap comfortably.

Cuando mi hijo tenía 3 años, decidí regalarle una batería de juguete. Quería darle la posibilidad de explorar si tenía algún lado musical, y por qué no, emular a Phil Collins, el cantante y baterista de la banda Génesis, que empezó en ese mundo, justamente en la misma edad que mi pequeño Abraham, con una batería que le había dado su madre.

Ese día, él estaba en la escuela cuando la armamos y la dejamos en el corredor trasero de la casa de la tía con quien vivíamos entonces. Al llegar y cambiarse de ropa, le pedimos que fuera hacia esa zona, y su sorpresa fue tal que de inmediatose sentó en el banco que traía incluido, agarró las baquetas y se puso a darle golpes a los tambores.

Un recuerdo que en aquel momento nos pareció gracioso, fue que su primera canción junto a la batería fue dedicada al presidente de esa época en Venezuela, protestando para que los cortes del servicio eléctrico dejaran de suceder. "Chávez ponme la luz, Chávez ponme la luz" decía sin parar mientras tocaba los tambores.

Para él, luego de ese día, volver a casa era descargar en su batería cual Tito Puente en los timbales que lo hicieron famoso. Por supuesto, un roquero no podía tocar sin unos lentes oscuros, así que usaba los míos quizás como fuente de "inspiración".

Ya luego, el juego pasó a ser dedicarse a armar y desarmar la batería, luego de hacer canciones que improvisaba en el momento, y ya en la noche se dormía con las baquetas agarradas, pues no le dejábamos llevarse todo el juguete al cuarto.

Después de cierto tiempo, se entretuvo con otros juguetes, y yo desarmé la batería para guardarla en su caja, lo cual para él estuvo bien, aunque se quedó con las baquetas, y se dedicaba a golpear todo con ellas, como suelen hacer los bateristas inclusive haciendo la finta con las manos vacías.

Pero el destino no lo convirtió en el baterista que yo me imaginaba, realmente no se dedicó a ninguna disciplina musical, aunque disfruta de escucharla, y ahora sus oidos permanecen con audifonos en sus ratos libres.

Su hermanito, más allá de disfrutar la novedad del juguete, tampoco nos manifestó interés en aprender sobre música. Sólo usaba los pequeños tambores como sombreros en algunas ocasiones.

Al final, terminé publicando la batería en mis redes sociales, para venderla antes de emigrar, y para mi sorpresa, una de mis estudiantes la compró para su pequeño niño, por lo que terminé recuperando la inversión, aunque no logré mi cometido de tener un baterista en casa.

Lo que me quedó de la experiencia fue la importancia de haberle dado la oportunidad de probar si le gustaría aprender a tocar ese u otro instrumento, pues luego pasamos por la flauta dulce y el cuatro, y aunque con ninguno tuvimos éxito, le quedó este lindo recuerdo de esos días en los que era un baterista muy enojado porque la falla del servicio eléctrico no le dejaba dormir sus siestas cómodamente.

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Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.

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