THAM YUAN YUAN - Pixabay

Durante mi juventud, solía ser fanática de los videojuegos, y cuando se presentaba la oportunidad, me instalaba en la consola por horas hasta derrotar al último jefe, o completar todos los niveles. Esta afición me duró hasta la llegada de la maternidad, y aunque con mi hijo mayor solía jugar en su DS, cada vez era menos el tiempo que le dedicaba.

Siendo madre primeriza, usaba un juego predeterminado de mi Nokia 2100 durante las madrugadas, mientras amamantaba, pues era una manera de mantenerme despierta en todo el proceso de alimentarlo, sacarle los gases, cambiar el pañal si era necesario y hacerlo dormir nuevamente.

Ya luego, cuando pasamos todo ese proceso y entre tantas responsabilidades, me resultaba complicado agregar este tiempo de ocio a mis rutinas, aunque a veces complacía a mi hijo, pero por muy poco tiempo y él quedaba frustrado, ya que no tenía a más nadie con quien compartir sus juegos.

Ahora, entre los juegos en línea o la compañía de su hermano, ambos disfrutan de jugar un rato la gran diversidad de juegos que hay en el mercado, obviamente yo estoy observando de qué se tratan, pues aunque sean juegos y ellos son conscientes de que no es la realidad, es importante preservar su salud mental y evitar la adicción a estar frente a una pantalla muchas horas.

Con mi teléfono anterior, tener algún juego era imposible, pues su capacidad no dejaba que jugara ni siquiera un solitario, pero al cambiar de equipo, busqué algunos que me ayudaran a relajarme en los tiempos muertos, aunque sorpresivamente noté que mis gustos en cuanto a las temáticas cambiaron radicalmente.

Al inicio, los juegos de acción o de plataformas eran mis favoritos, luego los juegos de roles llevaban la batuta, de hecho había uno de una camarera que me encantaba, pues ponía en jaque mi impulsividad a tener todo en control, cuando la cantidad de clientes aumentaba considerablemente. Pero ahora, son los juegos de concentración los que terminaron aterrizando en mi celular, y la verdad es que más que verlos como un momento de ocio, me ayudan a centrarme en un objetivo especifico.

Si bien, las ansias de ganar siguen intactas, ahora lo hago por partida doble pues avanzo en los niveles del juego, pero también agudizo mi visión y logro mantener el foco en un objetivo a la vez, ya que últimamente he estado divagando mucho en las decisiones que debo tomar.

Y aunque no soy partidaria de que los niños permanezcan mucho tiempo frente a la pantalla, permito que mi hijo menor pase algunos niveles, pues aunque él prefiere otro tipo de juegos, mis juegos logran hacerlo concentrarse y bajar la ansiedad.

English

During my youth, I used to be a fanatic about video games, and when the opportunity arose, I would sit down at the console for hours until I defeated the final boss or completed all the levels. This hobby lasted until I became a mother, and although I used to play with my eldest son on his DS, I spent less and less time doing so.

As a new mother, I used a predetermined game on my Nokia 2100 during the early hours of the morning while breastfeeding, as it was a way to keep me awake throughout the process of feeding him, burping him, changing his diaper if necessary, and putting him back to sleep.

Later, when we went through that whole process and with so many responsibilities, it was difficult for me to add this leisure time to my routines, although I sometimes indulged my son, but only for a very short time, and he was frustrated because he had no one else to share his games with.

Now, between online games and the company of his brother, they both enjoy playing the wide variety of games on the market for a while. Obviously, I'm watching what they're playing, because even though they're games and they're aware that it's not reality, it's important to preserve their mental health and avoid addiction to being in front of a screen for many hours.

With my previous phone, it was impossible to have any games, as its capacity didn't even allow me to play solitaire, but when I changed devices, I looked for some that would help me relax in my downtime, although I was surprised to find that my tastes in terms of themes had changed radically.

At first, action or platform games were my favorites, then role-playing games took the lead. In fact, there was one about a waitress that I loved, as it challenged my impulsiveness to have everything under control when the number of customers increased considerably. But now, it's concentration games that have ended up on my phone, and the truth is that rather than seeing them as a moment of leisure, they help me focus on specific goals.

Although my desire to win remains intact, now I do it twice as much because I advance through the levels of the game, but I also sharpen my vision and manage to stay focused on one goal at a time, since lately I have been rambling a lot in the decisions I have to make.

And although I am not in favor of children spending a lot of time in front of the screen, I allow my youngest son to play a few levels, because even though he prefers other types of games, my games help him concentrate and reduce his anxiety.

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