Il mostro di Firenze: asesinos seriales fuera de serie / Il mostro di Firenze: extraordinary serial killers

Cuando leemos o vemos casos de asesinos en serie, particularmente lo relaciono con países anglosajones, pues a estos hechos son a los que les dan amplia cobertura mediática, hacen películas basadas en las investigaciones y llegan a tener una especie de fama mundial por los actos atroces que cometen.
Pero la realidad es que la maldad está presente en todas partes, y que la capacidad humana en desarrollar el lado oscuro es tan fuerte, que basta con un pequeño detonante para hacer estallar una ola de violencia, sangre y profunda maldad hacia otros, que por estar en el momento preciso, terminan siendo víctimas.
Todo esto pasó por mi cabeza cuando vi la miniserie italiana "El Mostruo de Florencia", que relata los sucesos acontecidos en esta ciudad, que empezaron a finales de la década de los 60, y mantuvo a la ciudad en vilo durante 17 años, para al final cesar, sin encontrar algún responsable, aunque es un caso que sigue abierto.

La investigación se centra en un trío de hermanos provenientes de una familia bastante disfuncional, pero también nos da a conocer la contraparte, mostrando la vida de la primera víctima, llevando al espectador a ir atando cabos y buscar de alguna manera dar con el culpable.
El ver los diferentes matices que tienen los hechos, no hace que los justifiques, pero tampoco que los juzgues, sobre todo porque al estar latente el peligro, y conociéndose el modus operandi del asesino, muchas personas se expusieron, siendo algunas de ellas, las víctimas fatales.

Algo que me sorprendió fue el ver como entre los campos sembrados, a donde algunas parejas en auto se iban para tener intimidad, pululaban vouyeristas escondidos entre las altas ramas de trigo u otra plantación, siendo esto un perfecto paraban para el asesino mezclarse entre ellos sin verse como sospechoso. De hecho, buscando algo de información extra en internet, encontré que hubo más de 100 posibles implicados que fueron interrogados sin encontrar nada.
Un caso con muchos cabos sueltos, pistas ocultadas a la policía, coartadas inventadas y una vertiente explorada sin éxito, la llamada "pista sarda" que investigaba la posible implicación del trío de hermanos provenientes de Cerdeña, cuyo comportamiento daba mucho qué pensar.

Cada capítulo nos muestra no solo el cómo fueron reconstruyendo el caso, sino también la visión de una sociedad machista y desactualizada a los ojos de los jóvenes, pero que en su momento eran comportamientos que se aceptaban de manera sumisa por parte de las mujeres y los hijos, llevados por el patriarca que imponía el deber ser de hombres y mujeres.
Particularmente, tengo mi teoría con respecto a todo, y viene dada por la forma en la que se definían las familias en esos años, la falta de libertad en cuanto a las decisiones personales, ya que en muchos casos, la presión familiar pesaba por encima de los deseos del individuo, un toque de necesidad de querer hacer lo que otros se arriesgaron, es un caldo de cultivo para desmoronar al asesino, quien además de tener algún atenuante psiquiátrico, buscaba arrebatar lo que de manera natural no puede lograr.

Y aunque los casos relacionados con "el monstruo" cesaron en 1985, con la desaparición del principal sospechoso del que no se supo más nada, para la década del 2010 han aparecido algunos casos similares, que involucran solo a mujeres, por lo que se ha generado la duda de si ha reaparecido el monstruo, o se trata de un imitador.

When we read or see cases of serial killers, I particularly associate them with Anglo-Saxon countries, as these events receive extensive media coverage, films are made based on the investigations, and they achieve a kind of worldwide fame for the heinous acts they commit.
But the reality is that evil is present everywhere, and that the human capacity to develop a dark side is so strong that it only takes a small trigger to set off a wave of violence, bloodshed, and profound evil towards others who, because they happen to be in the right place at the right time, end up becoming victims.
All this went through my mind when I saw the Italian miniseries “The Monster of Florence,” which recounts the events that took place in this city, beginning in the late 1960s and keeping the city in suspense for 17 years, only to end without finding anyone responsible, although the case remains open.

The investigation focuses on a trio of brothers from a rather dysfunctional family, but it also introduces us to the other side, showing the life of the first victim, leading the viewer to connect the dots and try to find the culprit.
Seeing the different nuances of the events does not justify them, but neither does it allow you to judge them, especially because with the danger lurking and the killer's modus operandi known, many people exposed themselves, some of them becoming fatal victims.

Something that surprised me was seeing how, among the planted fields, where some couples would go in their cars to be intimate, voyeurs would hide among the tall branches of wheat or other crops, providing the perfect cover for the killer to blend in without looking suspicious. In fact, while searching for some extra information on the internet, I found that there were more than 100 possible suspects who were questioned without anything being found.
It was a case with many loose ends, clues hidden from the police, fabricated alibis, and one avenue explored without success: the so-called “Sardinian lead,” which investigated the possible involvement of three brothers from Sardinia whose behavior gave much to think about.

Each episode shows us not only how they reconstructed the case, but also the vision of a sexist and outdated society in the eyes of young people, but at the time, these were behaviors that were submissively accepted by women and children, led by the patriarch who imposed the duties of men and women.
In particular, I have my own theory about everything, and it stems from the way families were defined in those years, the lack of freedom in terms of personal decisions, since in many cases, family pressure weighed heavily on the individual's desires, a touch of the need to want to do what others risked, is a breeding ground for breaking down the killer, who, in addition to having some psychiatric mitigating factors, sought to take what he could not naturally achieve.

And although the cases related to “the monster” ceased in 1985, with the disappearance of the main suspect, of whom nothing more was heard, by the 2010s some similar cases had appeared, involving only women, raising the question of whether the monster had reappeared or whether it was a copycat.
Foto/Photo by: Screenshots from Imdb gallery
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Estos temas de asesinos en serie siempre me han interesado y como mencionas se puede dar en cualquier parte del mundo, aunque en algunos países se les da más difusión. Estudiar la mente de esos criminales porque eligen ciertas víctimas, los patrones y sobre todo que hay detrás de todo eso, es decir los traumas que genera ese proceder. Es un caso interesante el que traes, más saber si los últimos casos son de el verdadero o de un imitador. Muchas gracias por traerlo a la comunidad! Abrazo!
Mi psiquiatra siempre me comentaba su afán en estudiar ciertos comportamientos repetitivos en la gente de Venezuela, que las llevaba a tener una disfunción común, que él no había visto en Israel (su país de origen). De ahí, deduzco que más allá de traumas experimentados en primera persona, quizás haya algo en la formación de la corteza cerebral que influya a que aparezcan más en unos sitios que otros, pues de este se dice que fue el primero en Italia.
Gracias por pasar y comentar.
P.S. A mi también me intriga saber qué pasa en el interior de la mente de un criminal de este calibre. A veces me siento la protagonista de Hannibal, jaja.
Y sabes que? Aprendí que hay que estudiar el árbol de la persona, hay cosas que pasan a los genes, incluso lo psicológico.👀
Es un tema apasionante, la mente humana es increíble!!! Gracias a vos, os policiales y estas cosas son de los temas que más me gustan.
Interesante propuesta, trataré de echarle un vistazo más tarde, por cierto estoy viendo One Piece por tu comentario. Las historias de asesinos profesionales y seriales tienen una cierta fascinación que nos atrapa como Aníbal Lecter y como es posible que nunca oyeras hablar de ella, te comento que una mujer que entra en esta categoría y aunque no vi la película, quizás te guste echarle una mirada. La Saponificatrice di Correggio, italiana como el Fiat. Yo tuve un Fiat como el de la serie, pero nunca estuve en Florencia.
Ja, ja. Un abrazo @mamaemigrante.
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Gracias por esta reseña! Vi la serie al pasar en Netflix, digamos, su portada, y dije mmm… será muy fuerte? Se nota que atrapa y que está bien armada. A ver si en estos días le doy una chance.
Su estética es más explícita, pero sin ser fuerte visualmente. Lo que puedo criticarle es que quizás encamina a sacar la conclusión que ellos desean.