Ni mucha miel, ni mucho limón.
@emiliorios nos compartió hace poco unas reflexiones que sin duda tienen mucha relevancia para nuestra salud mental y sobre todo para nuestro avance en busca del equilibrio y el bienestar. Se trata del Positivismo Tóxico.

Vivi, probando un limón.
Había leído sobre el positivismo como corriente filosófica para el aprendizaje (me tocó estudiarlo en la universidad). Y sabía que existe la personalidad positiva, esa que mantiene una actitud optimista, esperando la solución. Pero no había escuchado acerca del positivismo tóxico. Y me llamó mucho la atención, pues en mi vida diaria, o mejor dicho en diferentes situaciones de mi vida, me he sentido como si de alguna forma pudiera parecer exageradamente positiva y temí ser una positiva tóxica, sin embargo, luego de analizar y reflexionar, descubrí que no es así y me alegré (de nuevo siendo positiva ja,ja,ja,ja)
Personalidad Positiva Vs. Personalidad tóxicamente Positiva:
La persona positiva, según lo que puedo reflexionar, es aquella que, al enfrentarse a situaciones incómodas, dolorosas, o desagradables, tiende a tomar las riendas del evento con calma o disposición a ubicar la solución. Es decir, que aunque sabe que lo que está pasando no es de su agrado, se esfuerza por avanzar y superarlo.
La actitud de la persona positiva, no intenta esconder emociones, sino que las valida, las vive y se permite sentir. La gran diferencia con la personalidad pesimista, es que la positiva busca el equilibrio y el bienestar, mientras que la pesimista se queda anclada en el sufrimiento, sin importar que ya se hayan solucionado las cosas, o que el tiempo haya pasado.
Entonces, una persona con personalidad positivamente tóxica, es aquella que busca exageradamente, alejarse de lo negativo, o mejor dicho, no reconoce los problemas, y de esa forma se le hace difícil encontrar soluciones. O quizás sí reconoce los problemas, pero los disimula o los oculta tras una falsa sensación de bienestar, que tarde o temprano terminará acumulando muchas emociones negativas y terminará por aflorar, en forma de conflictos, enfermedades o reacciones desagradables.
Hay una clara diferencia en ser positivo o tener actitud optimista y ser tóxicamente positivo tapando el sol con un dedo.
Reflexionando en mi positivismo:
Desde que aprendí a ser agradecida, utilizando la gratitud como herramienta diaria, las situaciones difíciles, que me han tocado vivir, me resultan más llevaderas. Eso no significa que me alegre y agradezca que me pasen cosas malas, sino que, me ayuda a reconocer el aprendizaje o a ver mejor qué camino debo tomar para evitar esas situaciones incómodas o dolorosas. Eso en el caso de que se dañen cosas, de que no me alcance el dinero, de que me respondan mal, de que me incumplan, o cualquiera de esas situaciones que muchas veces nos frustran. Intento no dejarme llevar por la ira, y trato de ver las cosas desde otras perspectivas.
Sin embargo, como ser humano que soy, muchas veces los acontecimientos me superan, entonces, lloro, me desahogo, y dejo que esas emociones desagradables salgan de mí, porque considero que dejarlas ahí atrapadas puede ser infinitamente perjudicial. PERO, (en mayúsculas, pero) para mí es sumamente importante no quedarme en la queja, en el llanto y en esa sensación de tristeza, sentimientos todos, muy desoladores.
Me aferro a mis convicciones, a mi fe, a las cosas buenas que tengo y que me rodean y agradezco, agradezco mucho, porque sé que aunque esa situación me sobrepase, siempre vendrá un después que traerá la calma. Siempre, incluso si se trata del fallecimiento de un ser querido. Sé que me dolerá durante años la pérdida, pero también sé que, poco a poco mi ser, aprenderá a recordar bonito y a comprender la partida. Me permito llorar, me permito extrañar, pero no permito que la tristeza me aleje de disfrutar todo lo hermoso que me ofrece la vida, comenzando con la carita de mis hijos, que ya con eso se me pasa cualquier dolor.

A veces las olas de la vida nos atacan y como buenos venezolanos, terminamos sacándole el lado cómico.
Ni mucha miel, ni mucho limón:
¿Se acuerdan de la frase que dice: "Si la vida te da limones, haz limonada"? Bueno, a veces la vida da muchos limones, y a las personas no les queda muy bien la limonada porque hay muy poca azúcar. Sin embargo, se puede ir equilibrando y enfocarse en ver las cosas dulces que te rodean, para poder endulzar tu limonada. De eso se trata agradecer.
Comienza con una lista; la puedes escribir al levantarte agradeciendo lo que vivirás, o al acostarte, agradeciendo lo que has vivido. Agradece desde tu respiración, hasta el techo que cubre tu casa. Agradece por tu comida, así sea un pedacito de pan. Ese pedacito marca la diferencia entre tener algo o no tener nada. Mientras más agradecemos, más se multiplican las cosas buenas, lo digo por experiencia. De cada cosa que reconozcamos en nuestra vida, como algo bueno, de allí podemos obtener la miel para nuestra limonada.
Ni mucha miel, ni mucho limón. No es cuestión de tapar las cosas malas. No se trata, de ser absolutamente ciegos e insensibles, se trata de equilibrar lo amargo con lo dulce. Pasan muchas cosas ácidas y amargas, pero ¿Saben qué? también pasan muchas, pero muchas, cosas dulces.
Gracias por visitarme, leer y comentar, lo agradezco mucho.
Que importante se vuelve reconocer las emociones y validarlas. Eso ayuda a superarlas de una manera sana.
Yo siempre procuro vibrar alto y cuando los apagones o la situación económica aprieta pienso en mis hijos en que estamos juntos Osmel y yo y que juntos podremos salir adelante.
Gracias por traernos tu experiencia. Un gran abrazo.
¡Exacto! Lo mismo hago, me enfoco en mis hijos y en mi esposo, me abrazo al amor de mi familia, de mis hermanos, padres y sobrinos y es increíble como esa energía que ellos emanan me calma y me dice "Todo está bien" sin sentir que me estoy volviendo loca de tanto sonreír. Gracias por venir, te abrazo gigante.
Que bonito tu texto, me hiciste reír y reflexionar. Es bueno saber el punto de equilibrio, conozco personas de los dos tipos y ciertamente ningún extremo es bueno.
Me encantó
Si, encontrar ese equilibrio es lo que nos hará avanzar en bienestar.
💜🤍
Te abrazo, hija. Cómo hemos conversado estas cosas, siempre con esa chispa que le pones a tus cosas y que obliga a reír como si estuviese pasando lo mejor. Amo tu forma de ser.
Gracias mami! Te quiero!