Siempre que pienso en autocuidado, de inmediato miro a las cosas que me causan placer: la música, leer e incluso sonreír por el mero hecho de poder hacerlo, me hacen pensar en lo grandioso que es el universo cuando acaricias el ser más importante en tu vida: tú mismo.

Una vez, mientras navegaba en TikTok, miraba el video de una chica y su rutina de baño. Exfoliantes, jabones líquidos y un sinfín de productos eran solo parte de una rutina que se convertía en un ritual de conexión con tu ser. Como científica, quise experimentar acerca del tema y me tomé el tiempo de usar más de un producto durante el baño, y la sensación era inigualable (lógicamente amerito algo de tiempo), pero comencé un hábito que no se basaba solo en “estar limpia y ya”.

Y es que a veces nos olvidamos que consentirnos es un universo con muchas zonas para descubrir, entonces, ¿cómo algo tan simple y que por regla general realizamos la mayoría a diario, puede tener un trasfondo? Lo implementé como un proceso donde me preparo, coloco música y es un total disfrute.

Muchos pensarán: ¿Cómo gastas tanto en un simple baño? No soy una persona con grandes recursos económicos aún, pero ahorro para cosas que me traen satisfacción, y es una forma de autocuidado.

Cuando compras tu jabón preferido, ese perfume que te hace sentir bonita, la rutina de piel que te mantiene joven en tu alma, sin recortar gastos básicos e inamovibles, entiendes que es como un gran abrazo a tu autoestima. No es un malgasto algo que causa bienestar porque el principal activo que tienes para la productividad eres tú mismo.

Me gusta abrazar, es una de mis rutinas de autocuidado, y aunque no depende enteramente de mí, siento que me recarga. Si lo llevo al autocuidado, abrazar a mi hijo es una forma de drenar, él me brinda mucha felicidad y a través de un abrazo le transmito lo que ya mi corazón grita.

Por otro lado, escribir es una forma de autocuidado y últimamente lo he realizado desde agradecimiento y aceptación, entendiendo entonces que soy un ser merecedor de todo lo lindo, no porque “sea la buena” sino porque Dios me acompaña en cada paso, además que he aprendido que mi autoestima merece ser exaltada para crear la versión que me llene de paz.

Si me preguntaran cuál es una herramienta infalible para hacer del autocuidado un credo, es la apreciación de la paz, saber que no somos guerreros sino seres que merecen estar en tranquilidad para construir lo que quieren e incluso descansar. Autocuidado a plenitud se resume en esa parte en donde priorizamos lo que nos mantiene enfocado en lo que queremos sin olvidar lo mucho que merecemos desde la calma.

Por ello, los invito a incorporar cualquier hábito positivo a su lista de autocuidado y a entender que su ser merece tener toda la consideración y amor por parte de ustedes mismos.

Whenever I think of self-care, I immediately look to the things that bring me pleasure: music, reading and even smiling just for the sake of it, make me think of how great the universe is when you caress the most important being in your life: yourself.

Once, while surfing TikTok, I was watching a video of a girl and her bath routine. Scrubs, liquid soaps and a myriad of products were just part of a routine that became a ritual of connecting with your self. As a scientist, I wanted to experiment on the subject and I took the time to use more than one product during the bath, and the sensation was unmatched (logically I deserved some time), but I started a habit that was not based only on “being clean and that's it”.

Sometimes we forget that pampering ourselves is a universe with many areas to discover, so how can something so simple and that most of us do on a daily basis, have a background? I implemented it as a process where I prepare myself, play music and it is a total enjoyment.

Many will think: How do you spend so much on a simple bath? I am not a person with great economic resources yet, but I save for things that bring me satisfaction, and it is a form of self-care. When you buy your favorite soap, that perfume that makes you feel pretty, the skin routine that keeps you young in your soul, without cutting out basic and immovable expenses, you understand that it's like a big hug to your self-esteem. It's not a waste of something that causes wellness because the main asset you have for productivity is yourself.

I like to hug, it's one of my self-care routines, and although it's not entirely up to me, I feel it recharges me. If I take it to self-care, hugging my son is a way of draining, he brings me a lot of happiness and through a hug I transmit to him what my heart is already screaming.

On the other hand, writing is a form of self-care and lately I have done it from gratitude and acceptance, understanding then that I am a being deserving of everything beautiful, not because “I am the good one” but because God accompanies me in every step, besides I have learned that my self-esteem deserves to be exalted to create the version that fills me with peace.

If I were asked what is an infallible tool to make self-care a creed, it is the appreciation of peace, knowing that we are not warriors but beings who deserve to be in tranquility to build what they want and even rest. Self-care to the fullest is summed up in that part where we prioritize what keeps us focused on what we want without forgetting how much we deserve from calmness.

Therefore, I invite you to incorporate any positive habit to your self-care list and to understand that your being deserves to have all the consideration and love from yourself.