El Destino Los Unió y La Vida Siendo Tan Corta [ES-EN]
Cada primer día del mes, algo inusual ocurría en el pequeño pueblo de Hodrid. Ubicado entre montañas cubiertas de pinos, este inhóspito lugar tiene unas de casas de adobe con tejados de tejas rojas, tiene un encanto especial que lo hace único en la región. Aunque... la verdad queda lejos del poblado as cercano.
Según contaba mi abuela, cuando era niña, aparecía en el pueblo un hombre extraordinariamente alto. Tan alto era que su cabeza sobrepasaba los techos de las casas. Este individuo solía visitar el pueblo solo en las noches de cada primer día del mes, realizando una especie de ritual en un idioma desconocido para los lugareños. Al principio, la gente creía que era un espíritu de los gigantes de las montañas, ya que siempre iba vestido con pieles de ciervo.
Nadie sabía cuándo llegó al pueblo ni cuántos años tenía, pero se presumía que tenía más de 250 años. Los ancianos del pueblo, incluso desde la infancia de mi abuela, hablaban de él. Cuando aparecía, todos se refugiaban en sus hogares, escuchando el murmullo de una voz profunda y temiendo salir, pues creían que podía devorarlos. Sin embargo, un día, el borracho del pueblo, con unas cuantas copas de más, decidió desafiar el miedo.
Titubeante, se acercó a Bernardino y, con voz temblorosa, le dijo que era su amigo, dándole una palmada en la pierna. Bernardino lo miró sin decir palabra y le propinó un leve golpe que lo hizo caer al suelo. Pero el borracho se levantó como pudo y se echó a reír. Bernardino no volvió a hacerle daño y prosiguió con su extraño discurso por todo el pueblo, acompañado por las constantes interrupciones del borracho, que gritaba "¡SOY AMIGO DE BERNARDINO EL GRANDE!".
Con el paso de los años, el borracho continuó esperando a Bernardino cada mes para acompañarlo en su misterioso ritual. Poco a poco, otros habitantes del pueblo comenzaron a acercarse, presentándose ante el gigante con la mediación del borracho. Bernardino simplemente asentía con la cabeza al verlos. Sin embargo, el día que el borracho falleció, no era primer día del mes, pero Bernardino llegó al pueblo con una enorme roca que dejó plantada en la plaza central. Permaneció allí durante un largo rato, soltando un rugido lleno de melancolía al final.
Los habitantes del pueblo esperaron ansiosos la llegada de Bernardino al mes siguiente, pero nunca apareció. Los meses pasaron y nada cambió. La gente continuó siguiendo la ruta que solía recorrer Bernardino junto al borracho, terminando en la enorme roca donde dejaban ofrendas florales en su memoria.
I N G L E S -- I N G L E S
Every first day of the month, something unusual happened in the small village of Hodrid. Nestled between pine-covered mountains, this inhospitable place has a few adobe houses with red tile roofs, it has a special charm that makes it unique in the region. Although... the truth is that it is far from the nearest town.
According to my grandmother, when she was a child, an extraordinarily tall man used to appear in the village. He was so tall that his head would go over the roofs of the houses. This individual used to visit the village alone on the evenings of every first day of the month, performing some sort of ritual in a language unknown to the villagers. At first, people believed that he was a spirit of the giants of the mountains, as he was always dressed in deer skins.
No one knew when he came to the village or how old he was, but he was presumed to be over 250 years old. The village elders, even from my grandmother's childhood, talked about him. When he appeared, everyone would take refuge in their homes, listening to the murmur of a deep voice and fearing to come out, for they believed he might devour them. One day, however, the town drunk, with a few drinks too many, decided to defy fear.
Hesitantly, he approached Bernardino and, in a trembling voice, told him that he was his friend, patting him on the leg. Bernardino looked at him without saying a word and gave him a light blow that made him fall to the ground. But the drunk got up as best he could and laughed. Bernardino did not hurt him again and continued with his strange speech throughout the village, accompanied by the constant interruptions of the drunkard, who shouted "I AM A FRIEND OF BERNARDINO THE GREAT!"
Over the years, the drunkard continued to wait for Bernardino every month to accompany him in his mysterious ritual. Gradually, other villagers began to approach, presenting themselves to the giant with the drunkard's mediation. Bernardino would simply nod at the sight of them. However, on the day the drunkard passed away, it was not the first day of the month, but Bernardino arrived in town with a huge rock that he left planted in the central square. He stood there for a long time, letting out a melancholy roar at the end.
The villagers anxiously awaited Bernardino's arrival the following month, but he never showed up. Months passed and nothing changed. People continued to follow the route Bernardino used to walk along with the drunkard, ending up at the huge rock where they left floral offerings in his memory.
Posted Using InLeo Alpha
Esta historia me dejó un sabor amargo, no soy parte de la gente de ese pueblo y quisiera que volviera Bernardino 😭, que lástima que su amigo el borracho se murió. Excelente relato, @eliudgnzlz 🤗🤗.
Es curioso, como todo puede cambiar cuando la persona que nos valoró por primera vez de se va, bernardo era un buen sujeto aunque no hablara estaba pendiente del pueblo, quién sabe qué le paso, quizás la edad que se le presumía era cierta y también murió de vejez, lo único seguro era que parecia humano y era un gran sujeto
un abrazo y gracias 😁
PD: este era una parte del relato de ayer que perdí, era más o menos así 😅
Estoy confundida...debía asustarme o hacerme llorar? Por qué estoy llorando 🥹🥹🥹🥹🥹🥹
Todo lo que pudiera pasarle al lector, era parte de un plan jajajajaja y no era para asustarse, era una historia bonita, que ocultaba un misterio 😁 llorar era extra 🤣
un abrazo
PD: tenemos algo pendiente,solo que no estado en mi casa y bueno...