Sacred moments: reading, coffee and reflexion

¡Saludos, mis queridos amigos amantes de los libros! Espero que se encuentren muy bien, con salud y bienestar.

Mis ratos de lectura se han convertido en pequeños rituales de felicidad. Son mis momentos sagrados. Con mi libro El infinito en un junco en las manos, una taza de café caliente a mi lado y una Cocosette, con ese sabor dulce a chocolate y coco que me encanta y que me resulta tan familiar, vuelvo a casa, a esas sencillas meriendas y a mis tardes sin prisas en mi casa de Cumaná.

Ahora, en este rincón tranquilo de mi nuevo hogar, el aroma del café se mezcla con las palabras sabias de este libro de Irene Vallejo y me ofrecen momentos reflexión profunda.

Este libro se ha convertido en mi tesoro de cabecera, una joya que leo sin apuros, saboreando cada página como si fuese un manjar. Hoy quiero compartir un párrafo que ha tocado profundamente mi alma de educadora. Cada palabra me reafirma y me inspira:

"Lo único que merece la pena es la educación... Todos los otros bienes son humanos y pequeños y no merecen ser buscados con gran empeño. Los títulos nobiliarios son un bien de los antepasados. La riqueza es una dádiva de la suerte, que la quita y la da. La gloria es inestable. La belleza es efímera; la salud inconstante. La fuerza física cae presa de la enfermedad y la vejez. La instrucción es la única de nuestras cosas que es inmortal y divina. Porque solo la inteligencia rejuvenece con los años y el tiempo, que todo lo arrebata, añade a la vejez sabiduría. Ni siquiera la guerra que, como un torrente, todo lo barre y arrastra, puede quitarte lo que sabes."

Esta cita resuena mucho en mí porque resume con claridad por qué elegí dedicarme a enseñar. La educación transforma vidas, abre puertas, rompe ciclos de ignorancia y permite a las personas desarrollar su máximo potencial. La educación es lo único que verdaderamente se queda con nosotros, lo único que crece y se transforma con el tiempo. Educar es sembrar lo eterno.

Se las dejo para la reflexión y espero seguir compartiendo líneas valiosas de esta lectura que me está dejando huellas profundas, porque los libros, cuando nos transforman, merecen ser compartidos.