La vida es más bonita con sonrisas (ES-EN)🌼

Salud y bendiciones para todos los miembros de @hiveargentina. Es mi primera vez publicando en esta comunidad y le agradezco mucho a mi querida amiga @isauris quien pensó en mí para invitarme a esta iniciativa tan bonita, y que esta sea la oportunidad para la primera vez.

Desarrollaré mi participación, respondiendo las preguntas que nos dejan en la iniciativa:

¿Eres de las personas que sonríen con facilidad?
¿Sabías sobre el poder que tiene una sonrisa?
¿Crees que una sonrisa tiene la fuerza para cambiar el ánimo de las personas?
¿Qué opinas sobre las personas que no sonríen?

Les confieso que soy de las personas que sonríen con facilidad. Tanto por algo grande o extraordinario y emocionante como por esas pequeñas cosas que me alegran el día: un mensaje bonito, un gesto amable, una flor abriéndose, un perrito que se me acerca. También sonrío siempre porque mi esposo tiene el don de hacerme reír todos los días con sus ocurrencias, y porque cada vez que veo a mi hija, la alegría simplemente se me escapa en forma de sonrisa.

Todos sabemos que una sonrisa no cuesta nada, pero tiene un poder enorme. Muchas veces, en medio de momentos difíciles, una sonrisa nos alivia y nos hace más leve el momento. No se trata de fingir alegría, sino de abrir un espacio para recordar que siempre hay algo bueno a nuestro alrededor. Sonreír nos conecta con lo bonito de la vida, y con la gratitud.

La verdad es que he comprobado muchas veces que sonreír transforma el ánimo, no solo el mío, sino también el de quien tengo enfrente. A veces basta una sonrisa para romper el hielo, aliviar una tensión o hacer que alguien se sienta bienvenido. Desde mis años como docente, cuando compartía con mis estudiantes, hasta ahora que estoy al frente de nuestro negocio, he procurado ofrecer siempre sonrisas sinceras. En el café, muchos clientes llegan serios o distraídos, pero después de recibirlos con amabilidad y una sonrisa, casi siempre se marchan con otro semblante. Ver ese cambio me alegra el alma y me recuerda por qué vale la pena seguir sonriendo, incluso ante quienes no conozco.

En cuanto a las personas que no sonríen, pienso que cada quien tiene su momento. Tal vez están pasando por algo, o simplemente no son muy expresivas. No las juzgo, pero sí me gusta pensar que una sonrisa compartida puede ser el empujoncito que necesitan para animarse un poco. Por eso trato de regalar la mía cada vez que puedo, porque nunca se sabe a quién le puede cambiar el día. Y si además me devuelven la sonrisa, entonces el día se vuelve todavía más bonito.

Para terminar, quiero invitar a @lisfabian y a @mafalda2018 para que se sumen a esta iniciativa porque son mujeres que le sonríen a la vida y regalan sonrisas con facilidad.