Circular crocheted earrings

Saludos y bendiciones, amigas de las agujas. Espero que estén muy bien con salud y bienestar.

Hoy quiero compartir con mis queridas amigas de la comunidad, en nuestro tradicional lunes de agujas, una nueva aventura en el arte del tejido: sigo con la creación de zarcillos tejidos, una labor que me llena de inspiración y de alegría. Esta semana decidí hacer unos en forma circular, usando una madeja matizada en tonos tierra que tenía guardada para un proyecto especial.

Comencé a trabajar en los zarcillos con mi aguja de crochet en mano y, a medida que avanzaba, me fui sorprendiendo gratamente. Los colores iban apareciendo uno tras otro, sin un orden rígido, pero con una armonía que me encantó. Ese efecto matizado tiene algo mágico: nunca sabes exactamente cómo se va a distribuir el color y eso hace que cada pieza sea única.

Los tonos se mezclaban entre sí, creando un diseño sutil pero hermoso. Había pequeñas transiciones entre marrón, verde y amarillo suave, que parecían dibujar pequeñas pinceladas sobre cada vuelta tejida. Me emocionaba ver cómo cada punto aportaba un matiz nuevo.

Al terminar el primer zarcillo, me detuve a mirarlo con detalle. Me encantó el resultado. Tenía esa mezcla perfecta de elegancia, de calidez y naturalidad. De inmediato, pensé en que sería un regalo especial para una amiga que cumplió años recientemente y a quien le encantan estos colores cálidos. El segundo zarcillo lo tejí con la misma emoción, sintiendo que en cada punto iba dejando una pequeña parte de mí, de mi tiempo, y de mi afecto para ella. Una vez listos los dos, me di cuenta de que el diseño quedo muy parecido, coincidieron los tonos, según iba tejiendo, lo cual me pareció genial. Para terminar, les puse los ganchitos para empacarlos en una cajita de regalo.

Estos zarcillos me recordaron, una vez más, que tejer también es una forma de abrazar, y más para quien siente amor por los detalles hechos a mano.