A beautiful charm for my bracelet (EN-ES)

¡Hola, comunidad de Jewelry! Espero que se encuentren muy bien con salud y bienestar y que la creatividad se manifieste en todos sus proyectos.

Ayer fue una clase muy especial en mi curso de bisutería, específicamente en la parte de alambrismo. Y me siento muy contenta con lo que logré. En la clase anterior habíamos tenido la tarea de practicar argollas para elaborar una pulsera que les mostré por aquí. Así que llevé mi trabajo terminado para mostrárselo a la profesora. Cuando lo vio, me animó con unas palabras muy lindas y me dijo que había hecho un buen trabajo. Ese pequeño reconocimiento me dio un empujón de confianza para seguir. A veces me invade la duda, pero escuchar que voy bien me renueva las ganas de seguir aprendiendo este arte.

En la clase de ayer trabajamos en una parte muy interesante y detallada: la elaboración de un dije para cerrar la pulsera. Fue un ejercicio que requirió concentración y mucha paciencia, pero también me dejó una sensación muy grata al terminarlo. El dije fue una oportunidad para practicar los quiebres que se deben hacer al alambre para darle forma a diferentes figuras. En este caso usamos cobre, un material que no había manejado tanto y que me costó un poquito más. Es más duro que el aluminio y exige más precisión y fuerza, pero también permite formas muy firmes y bonitas cuando uno le toma el ritmo.

La figura que hicimos fue como una serie de triángulos que se desarrollan desde el centro hacia afuera, buscando siempre que las curvas y los ángulos queden limpios y armoniosos. No fue fácil al principio, el alambre parecía tener vida propia, pero fui trabajando varias veces con cuidado hasta que finalmente logré una forma que me gustó mucho. Y ver cómo iba tomando vida con cada quiebre y cada curva fue muy satisfactorio.

Cuando terminé el dije, lo añadí a la pulsera que ya tenía lista con las argollas, y me pareció que el resultado quedó realmente bello. Me sentí orgullosa de ese pequeño conjunto que había creado con mis manos, desde lo más simple hasta lo más detallado. Esta práctica me encantó. Más allá del resultado, me gustó el proceso, el cuidado con cada movimiento, y la sensación de transformar un material rígido como el cobre en algo delicado y bonito. Me inspira a seguir experimentando con esta técnica, a hacer más accesorios y a seguir aprendiendo todo lo que pueda en este maravilloso mundo del alambrismo. Cada vez, me está gustando más este camino creativo. Ahora, la tarea es practicar filigranas para crear nuevos diseños.