Mi día libre, mi reflexión, mi gratitud | Hoy recordé lo afortunado que soy
Estamos iniciando una nueva semana, la cual, espero que sea de muchos beneficios para todos, que no olviden que podemos siempre ayudar a otros así sea por medio de consejos, de buenas palabras, o sembrando en ellos la esperanza de que todo puede ser mejor en el futuro.
En la mañana hablé con una amiga, ella es venezolana, básicamente le hice el favor de recibir en mi cuenta bancaria un dinero que le envió alguien desde Australia, para ayudarla, porque la ha estado pasando bastante difícil estas últimas semanas, en vista de que se quedó sin empleo, porque el sitio donde estaba laborando, cerró, y no ha podido encontrar trabajo nuevamente, y básicamente por ser venezolana, a pesar de estar legal en el país, de tener su permiso especial otorgado por migración Colombia, aun así, no consigue empleo, nada fácil esto.

Estuvimos hablando un rato, aprovechando que hoy es día festivo en Colombia, y tengo el día libre, debo trabajar en la noche, pero el día he estado libre para ponerme al día con ciertas cosas, peor pude dedicar algunos minutos a esta amistad, y caí en cuenta de algo, o mejor dicho, lo volví a tener presente, soy bastante afortunado de poder tener la nacionalidad colombiana, porque me evita ciertas limitaciones, pero además, logré salir de Venezuela con una carrera que me permite ejercerla aquí, sin problema, esto es una bendición.
Pero a veces uno entra en una rutina, donde las cosas avanzan, o se mantienen relativamente estables, permitiendo que nos quedemos sumergidos en una especie de burbuja. Y no digo que poder disfrutar de lo que has podido cosechar, después de sembrar sea malo, claro que no, sólo digo que a veces uno se aísla y deja de ver otras realidades que, sin querer, te hacen valorar mucho más la tuya.

Quiero hacer una importante acotación, no puedo decir que en Colombia, o en Bogotá, que es precisamente donde vivo, haya xenofobia generalizada, porque no veo así, sin embargo, si he visto que hay mucho de sectarismo en algunos empleos, donde aunque una persona reúna condiciones para hacer el trabajo de la mejor manera, no lo contratan, solo por ser extranjero, o mejor dicho, venezolano, porque si fuera un estadounidense o un alemán, seguro que sería otra cosa y tendrían el trabajo seguro, así que no se trata de xenofobia, más bien podría ser aporofobia.
No es esto una entidad clínica, más bien es un fenómeno social, donde las personas sienten cierto rechazo a las personas pobres. Y, lamentablemente, hay mucho de eso en todos lados en cuanto a la visión que se tiene de los venezolanos, que huimos del país por la pobreza extrema, más allá de las condiciones difíciles del país, lo ven como algo personal. No quiero generalizar, pero es algo que he percibido, y podría ser una percepción errónea, en vista de que puede estar sesgada.

Pero más allá de todo esto, lo que más quiero destacar, es que a veces podemos brindar un apoyo sólo escuchando a una persona, sirviendo de soporte emocional, y haciéndole ver que no tiene nada que ver con él o ella, que la vida trae sus propias complicaciones, mismas que debemos ir superando día a día, y sé bien que no es fácil verlo así cuando estamos metidos de lleno en la situación, pero al menos hacérselo saber es importante, puede tener un impacto positivo en su salud mental y emocional.
También quiero aclarar que no puedo generalizar de xenofóbicos a los bogotanos, porque estaría cayendo en un gran error, no es justo de mi parte decir eso. Pero pasan cosas que no podemos obviar, es así.

También quiero destacar lo importante que es que seamos agradecidos, porque he visto personas que tienen una vida realmente buena, estable, que tienen cubierto incluso más de lo mínimo necesario y aún se quejan, y la queja no va de la mano del agradecimiento, porque si tanto te gusta quejarte, la vida termina por darte muchas más razones para que te quejes. Es así.
Por lo tanto, en vista de que debo irme alistando para salir a mi trabajo, agradezco a quienes hayan leído hasta el final esta publicación, les deseo una bonita semana.

Eso es también empatía, ponerse en el lugar del otro y esa es una condición humana. La sensibilidad nos hacer seres extraordinarios, lejos de lo instintivo. Además reconocer que solo por estar vivos, tener un techo y algo de salud, debemos agradecerle a la vida, porque sin dudas eso es ya tener suerte.
Definitivamente si, debemos agradecer por todo, eso nos ayuda mucho, incluso psicológicamente nos ayuda a centrarnos en eso, en ver lo positivo que nos rodea.
Agradezco mucho su cometnario, bonito día.
muy buen escrito!
Muchas gracias
@tipu curate 8
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Muchas gracias por el apoyo. Bonito día.