Cambiamos desde siempre, ¿por qué ahora nos asusta?

avatar

Como condición natural, estamos cambiando desde el momento que nacemos, e incluso, mucho antes de nacer, pasamos de ser la unión entre dos células (óvulo y espermatozide) hasta poco a poco irnos convirtiendo en un ser completo, y si, luego nacemos.

"Nada es permanente a excepción del cambio." Heráclito

Consierando lo mencionado anteriormente, ¿por qué de adultos podemos experimentar con cierta frecuencia, en unos más que en otros, ese miedo al cambio?, particularmente pienso que el miedo al cambio es aprendido. No nacemos con él. Pero desde pequeños nos enseñan, sin mala intención, que lo desconocido es peligroso, que es mejor seguir el camino seguro, que es mejor no arriesgar.

Crecemos viendo cómo los adultos a nuestro alrededor evitan cambios grandes, cómo repiten trabajos que no disfrutan, relaciones que ya no funcionan, rutinas que los agotan, porque "es lo mejor", porque "así debe ser", ¿pero en realidad es lo mejor, es así como debe ser?

image.png

Imagen de nappy | Pexels

Y así, poco a poco, a medida que crecemos (y cambiamos), sin darnos cuenta, nos llenamos de miedo. No lo llamamos miedo, claro. Lo disfrazamos de responsabilidad, de estabilidad, de "es que no es el momento". Nos convencemos de que estamos bien, aunque en el fondo sabemos que algo no encaja, y es por esto que muchas veces podemos sentir algo de inconformidad, por ejemplo, ante una realidad que estamos viviendo, pero que no nos atrevemos a cambiar para, lógicamente, cambiarla.

Yo mismo lo he sentido muchas veces. Esa sensación de querer hacer algo diferente, pero encontrar mil razones para no hacerlo. "No es el momento", "no estoy listo", "¿y si no sale bien?". Pensamientos que parecen lógicos, pero que en realidad solo reflejan el miedo aprendido, y pensar en esto es importante, porque es bastante probable que haya muchas personas que viven autolimitándose, y la razón de base es el miedo.


image.png

Imagen de
Anna Urlapova | Pexels

Recuerdo a una amiga que pasó años queriendo mudarse a otra ciudad. Siempre hablaba de lo mucho que le gustaría empezar de cero en un lugar nuevo, pero cuando surgían oportunidades, encontraba excusas para no asumir el cambio. "Es que aquí tengo todo", decía. "¿Y si no me gusta?" "¿Y si extraño mi vida de ahora?".

Hasta que un día, sin planearlo tanto, se atrevió. Se fue con miedo, sí, pero también con toda la emoción de querer seguir haciendo las cosas bien. Y poco a poco, se dio cuenta de que la vida sigue, de que nos adaptamos, de que el cambio, aunque da miedo, también puede traer cosas muy buenas, esas que no podríamos disfrutar si no nos damos la oportunidad de dar el paso al cambio.


image.png

Imagen de Pixabay | Pexels

Yo mismo he tenido que aprender a soltar ese miedo, y me alegro de eso. Porque cuando lo pensamos bien, la mayoría de los cambios que más hemos temido fueron los que más nos han enseñado. La primera vez que dejé un trabajo sin tener otro seguro, no fue lo más inteligente al principio (lo reconozco, pero de eso aprendí), pero con el paso del tiempo definitivamente me di cuenta de que fue lo mejor, me alegra no haberme paralizado por el miedo. La primera vez que me mudé solo también fue un buen momento, difícil, si, pero que trajo muchas cosas buenas.

En cada una de esas situaciones, el miedo me decía que no lo hiciera, que me quedara donde estaba, que era más "seguro", y es normal, porque ya era lo conocido. Pero si no lo hubiera hecho, no habría crecido, no habría aprendido, no habría vivido, o si, no pretendo exagerar, claro que hubiese vivido, pero no habría sido tan diferente.

Y lo más interesante es que después de cada cambio, pasado un tiempo, uno se detiene y mira atrás y suele llegar un pensamineto como: "¿Por qué me costó tanto? No era tan grave como creía". Pero claro, eso solo lo entendemos cuando ya hemos pasado por ello, porque antes, sólo está el miedo a dar ese paso para cambiar, y es normal, pero de verdad, vale la pena atreverse.

Por eso ahora, cuando me surge ese miedo de asumir algo nuevo, de encarar algún cambio, me detengo y siendo consciente de que no es un miedo mío, sino algo aprendido, prefiero preguntarme cosas como: ¿y si en lugar de miedo, lo veo como una oportunidad?, intento más bien ver el aldo positivo si lo hago, también las consecuencias indeseadas, porque no podemos obviarlas, pero no me centro en estas últimas, porque no tiene sentido.

Y sé que no es fácil. Pero creo que es algo que vale la pena intentar. Porque si nos quedamos siempre en el mismo lugar, por miedo a lo que pueda pasar, nos perdemos de todo lo que sí puede pasar. Espero que con este escrito puedan darse esa oportunidad de vivir de otra manera, más libres de miedos, porque a veces no nos damos cuenta pero la realidad es que nos enseñaron muchas que no nos ayudan, aunque sepamos que no lo hicieron por mal, si que nos pueden limitar mucho. Les deseo a todos una bonita semana.




0
0
0.000
5 comments
avatar

Al leer tus reflexiones me fue imposible no recordar a Robert Frost en su poema "The Road not Taken", donde nos decía que en ocasiones debíamos escoger el camino menos transitado dejando el miedo atrás en vez de pasar por el camino que todos escogían, tal cual dices a veces dejamos pasar las oportunidades por el temor a lo desconocido, en vez de atrevernos a buscar nuestro propio destino, me gusto mucho tu punto de vista, Saludos

0
0
0.000
avatar

Justo acabo de leer ese poema, no lo conocía, gracias por la referencia.

"Voy a contar esto con un suspiro
En algún lugar de los siglos, por lo tanto:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque, y yo...
Tomé el menos transitado,
Y eso ha marcado la diferencia."
*** Robert Frost***

Pero si, a veces el miedo puede paralizarnos y hacer que no vayamos por el camino que no todos transitan, nos guía hacia la normalidad, a lo que todos hacen, y quizás por eso en la mayoría de los casos sólo se obtiene el mismo resultado. Y tiene lógica, si se mezcla siempre lo mismos y se cocina igual, no podemos pretender tener un resultado diferente.
Agradecido por tu comentario. Bonito día.

0
0
0.000
avatar

Gracias me alegra te haya gustado el poema, feliz día para ti también.

0
0
0.000